Ver, sentir y vivir un amanecer en mi querida Barahona, ciudad costera al sur en la República Dominicana; es algo tan dulce, sutil, refrescante, envolvente, apasionante, deliciosamente acariciable, tentadoramente repetible... innegablemente ... un IDILIO.Es una experiencia tan, tan, tan inexplicable que no se como mi compueblano, si, tú mismo; no has vivido algo igual; no se necesita motivo específico, no se necesita razón única, no se necesita compañía... corrijo: es indispensable: un amigo (a), hermano (a), mejor aun si es tu compañero (a); no se necesita sentir el mundo ensima de tus hombros, no se necesita la perturbación de un pesado día laboral o de momentos de insomnio en casa; en fin, no se necesita de un: por qué? para vivir algo de esa magnitud. Es la brisa fresca, es ese Mar Caribe: caudaloso y ensordesedor, en ese momento: calmado, sereno y callado como fiel esclavo que rinde una reverncia a los pie de su compañera inseparable... la orilla, que a su vez es pie de montaña que le rinde su mejor sonrisa al solo divisar a lo lejos esa pestaña de luz que le anuncia que el astro Sol hace, su ahora mansa, aparición. Aun me encuentre lejos de mi querida tierra sus amaneceres siempre seran un inolvidable IDILIO en mi.
Visita Barahona y te enamoraras !!
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